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Las luces traseras (o faros) están situadas a cada lado del vehículo, a derecha e izquierda, para una conducción segura. Permiten al conductor ser visto por los demás automovilistas y transmitir mensajes sobre sus intenciones al conducir: reducir la velocidad, parar, girar, dar marcha atrás, señalar un problema. Están formadas por bombillas que iluminan espejos y reflectores protegidos por una carcasa rígida y transparente, capaces de transmitir mensajes asociados a las órdenes del conductor: intermitentes, luces de freno, luces de emergencia, luces de marcha atrás y luces nocturnas. Además de sus propiedades informativas, las luces traseras son las mejores aliadas del conductor en términos de protección: ¡evitan una colisión por alcance en caso de frenazo brusco!
Todos los coches deben llevar de serie al menos dos luces traseras funcionales. Los propietarios de vehículos deben comprobar periódicamente el estado y el funcionamiento de sus faros y reparar o sustituir cualquier componente defectuoso. Un alumbrado defectuoso, daños en la carrocería o un alumbrado aleatorio o inoportuno: son señales contradictorias que pueden comprometer la seguridad de los usuarios de la carretera. El incumplimiento de esta obligación legal puede dar lugar a la imposición de una multa al conductor, sobre todo si el dispositivo de seguridad falta o funciona mal.
En la mayoría de los casos, el mantenimiento consiste en sustituir las bombillas, cuya vida útil es limitada. Por ello, es aconsejable tener siempre un juego completo de bombillas en el maletero o la guantera, y evitar tocar el cristal al cambiarlas. También puede ser consecuencia de un impacto o de daños tras un accidente, sea o no culpa del conductor. En este caso, es aconsejable realizar una revisión exhaustiva del equipo para llevar a cabo las reparaciones oportunas: sustitución del componente defectuoso o de todo el conjunto. Puede ocurrir que la sustitución responda a una recomendación del fabricante o a un deseo de personalizar el vehículo. Es el conductor quien debe decidir, cuidando de cumplir sus obligaciones legales.